Bienvenidos al nuevo curso escolar 2012-2013.
Desde el cole vamos a continuar con la inciativa llevada a cabo en cursos anteriores "8 meses 8 causas".
Durante este mes de octubre el lema es "YO PUEDO AHORRAR".
Los alumnos del centro, así como sus tutores, han participado de manera muy activa con la elaboración de "cerditos de ahorro". El objetivo con esta actividad es concienciar a los alumnos en aqullos aspectos de los que pueden prescindir, tanto a nivel económico como a nivel de ahorro medioambiental. Por ejemplo:
- ahorro de agua para la higiene
- ahorro de luz
- ahorro de papel
- no comer tantas chuches
- aprovechar el material escolar de otros años
- no necesitamos tantos juguetes
- ...
Estas han sido muchas de las sugerencias que han aportado los alumnos.
Esperamos vuestas aportaciones y sugerencias.
El equipo de convivencia.
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La seguridad contra incendios en centros educativos exige un nivel máximo de precisión técnica, planificación preventiva y cumplimiento reglamentario. En colegios, institutos y centros formativos, la protección frente al fuego no se limita a un conjunto de buenas prácticas, sino que constituye un marco legal obligatorio para salvaguardar la integridad de estudiantes, docentes y personal, así como la estabilidad del edificio en una situación crítica.
Los colegios deben operar bajo criterios estrictos de seguridad estructural, evacuación y resistencia al fuego, siguiendo parámetros establecidos en el Código Técnico de la Edificación (CTE). Esta normativa proporciona una estructura clara que engloba desde la compartimentación de sectores hasta la protección pasiva y activa de todos los elementos constructivos.
En el ámbito de la edificación pública, las medidas de protección frente a incendios requieren un enfoque integral. Cada elemento del diseño, desde la morfología del edificio hasta la naturaleza de los materiales utilizados, participa en la capacidad global de soportar un incendio sin comprometer la evacuación o el colapso estructural. La planificación adecuada reduce la propagación del fuego, facilita la intervención de los bomberos y garantiza un nivel óptimo de seguridad.
En el desarrollo de infraestructuras educativas, la integración de soluciones profesionales como Ardawest permite optimizar la protección estructural y garantizar la conformidad técnica. Los materiales, recubrimientos y sistemas empleados deben cumplir con criterios europeos y adaptarse a las exigencias del CTE, especialmente en edificios de alta ocupación como los centros educativos. La combinación de productos certificados y estrategias de diseño adecuadas es determinante para asegurar tiempos de resistencia adecuados y limitar la velocidad de propagación del fuego en el interior del colegio.
La industria de la construcción y la seguridad contra incendios mantiene un flujo constante de avances, noticias de empresas, reformas normativas y nuevas soluciones técnicas orientadas a mejorar el rendimiento frente al fuego. En el sector educativo, estos avances destacan por la incorporación de tecnologías de protección pasiva con mayor capacidad aislante, sistemas activos más rápidos y recubrimientos resistentes capaces de aumentar significativamente los tiempos de resistencia estructural. La vigilancia continua de estas novedades permite asegurar que los centros educativos se mantengan en conformidad con los estándares actuales.
Los requisitos normativos protección pasiva cte db-si establecen criterios obligatorios que determinan cómo deben construirse, dividirse y protegerse los colegios. La compartimentación en sectores de incendio, la resistencia estructural de muros y forjados y la integración de elementos cortafuegos forman parte de una estrategia regulada que debe ejecutarse sin excepciones. El DB-SI determina los tiempos mínimos requeridos de resistencia, especifica las soluciones permitidas para los diferentes materiales estructurales y regula la continuidad de las barreras cortafuegos, incluso en espacios ocultos como patinillos o falsos techos.
El control de la propagación interior es uno de los puntos más sensibles en el diseño de colegios. Se exige una sectorización no superior a los 2.500 m², acompañada de elementos con resistencia mínima EI 60, pudiendo aumentar en función del riesgo. Los colegios deben integrar puertas cortafuegos, particiones certificadas y soluciones que limiten la transferencia térmica entre sectores.
En la propagación exterior, se establecen tiempos superiores, llegando a 120 minutos en fachadas y cubiertas, que deben evitar que el fuego alcance zonas superiores o edificios anexos.
Los alumnos requieren una vía de evacuación clara, rápida y accesible. El CTE fija un recorrido máximo de 35 metros hasta un punto seguro, mientras que puertas, pasillos y escaleras deben dimensionarse según la ocupación. En centros educativos, donde la evacuación se realiza con menores, el diseño debe priorizar recorridos rectos, señalización clara, ausencia de obstáculos y escaleras protegidas en altura.
Los sistemas activos —extintores, BIE, columnas secas, rociadores automáticos— complementan la protección pasiva, manteniendo el fuego bajo control hasta la llegada de los bomberos. Aunque el enfoque estructural es prioritario, los sistemas activos facilitan la detección temprana y permiten controlar la evolución térmica del incendio, reduciendo la carga térmica sobre las estructuras portantes.
Cada material presenta un comportamiento diferente frente al fuego:
Hormigón: suele alcanzar 60 minutos de resistencia por sí mismo si el recubrimiento respeta las especificaciones del DB-SI.
Acero: su rápida pérdida de capacidad portante lo convierte en un material crítico. Requiere pintura intumescente R90, morteros proyectados o paneles especiales.
Madera: su carbonización progresiva exige sobredimensionamiento y cálculos específicos según el Anexo E.
Fábrica (ladrillo/bloque): en algunos casos necesita recubrimientos adicionales para cumplir los tiempos mínimos.
Todos los materiales y sistemas empleados en colegios deben cumplir la clasificación europea de reacción y resistencia al fuego UNE EN 13501-1. Los certificados deben mantenerse vigentes y actualizados, especialmente en centros donde se realizan reformas periódicas. El marcado CE, junto a los informes de idoneidad técnica, permite justificar la conformidad con el CTE y asegurar que cada solución instalada cuenta con respaldo técnico.
La protección contra incendios en colegios debe contemplarse como un sistema integral donde la prevención, la compartimentación, la resistencia estructural y la evacuación se complementan entre sí. La correcta aplicación de soluciones pasivas y activas, junto con la documentación técnica adecuada y la supervisión continua, garantiza que los centros educativos se mantengan seguros, estables y conformes a la normativa.