El tercer ciclo , 5º y 6º de Educación y Primaria visitaron el 7 de noviembre de 2014 el museo etnográfico de Mansilla de las Mulas.
También 4º de Primaria
| 카지노사이트 |
| 카지노사이트 |
| 카지노사이트 |
| 우리카지노 |
| 우리카지노 |
| 바카라사이트 |
Los sistemas automáticos de extinción instalados en campanas de cocinas profesionales se han consolidado como la solución más eficaz, estable y normativamente obligatoria para controlar incendios derivados de aceites y grasas a temperaturas extremas. En espacios donde la actividad culinaria es intensa —como restaurantes, hoteles, industrias alimentarias, caterings o cocinas centralizadas—, estos sistemas representan el primer punto de defensa frente al fuego más crítico que puede surgir en un entorno gastronómico: el generado durante los procesos de cocción.
Estos equipos combinan tecnología presurizada, agentes químicos de alto rendimiento y detección automática para actuar en segundos ante un incremento térmico súbito. Su función principal es extinguir, enfriar y bloquear la reignición, garantizando así la continuidad operativa, la seguridad del personal y la protección integral de la infraestructura.
Los incendios que un sistema contra incendios de campanas está diseñado para neutralizar pertenecen a la categoría tipo F, que incluye combustiones originadas por aceites vegetales, grasas animales y residuos propios de la cocina profesional. Estos materiales alcanzan temperaturas que superan fácilmente los 300 °C, generando llamas extremadamente estables y peligrosas.
Los fuegos tipo F presentan características que obligan a utilizar sistemas altamente especializados:
Mantienen combustión incluso sin fuente calorífica directa.
Regeneran la llama si no se reduce su temperatura.
Se propagan con rapidez a través de salpicaduras o del propio sistema de extracción.
La extinción de estos incendios exige procesos simultáneos: sofocar, enfriar e impedir que el aceite vuelva a inflamarse. Esta configuración define el funcionamiento técnico del sistema automático de supresión.
La arquitectura de protección que instalamos sobre una campana industrial cocinase diseña para detectar incrementos térmicos en segundos y activar la descarga del agente químico directamente sobre la zona de cocción. Los sensores térmicos, colocados estratégicamente sobre freidoras, planchas y fogones, reaccionan cuando se supera un umbral crítico, garantizando una intervención inmediata incluso en ausencia del personal.
El sistema ejecuta cinco fases encadenadas:
Detección térmica automática, sin necesidad de intervención humana.
Activación instantánea del actuador, liberando el agente extintor.
Dispersión precisa sobre filtros, freidoras y superficies críticas.
Saponificación del aceite caliente, creando una película protectora.
Enfriamiento y bloqueo de reignición, asegurando la extinción completa.
Este protocolo estandarizado está diseñado para controlar incendios en cuestión de segundos y prevenir que se propaguen hacia conductos o instalaciones superiores.
La protección instalada en una campana extractora industrialno solo cubre la superficie visible de la campana, sino también cada punto de riesgo dentro del sistema de cocción. La extinción se extiende a:
Freidoras y depósitos de aceite calientes.
Planchas, parrillas y fogones de alta potencia.
Filtros metálicos y zonas de extracción inmediata.
Conductos donde pueden acumularse residuos inflamables.
Los sistemas están diseñados para evitar cualquier posibilidad de propagación vertical del fuego, una de las amenazas más graves en entornos culinarios, especialmente cuando los conductos atraviesan plantas superiores.
El funcionamiento técnico del sistema tiene como objetivo responder a qué tipo de fuego apaga un sistema contra incendios de campanas, y la respuesta es precisa: fuegos tipo F, aquellos derivados de aceites y grasas que han alcanzado su punto de inflamación. El agente químico, compuesto principalmente por acetato de potasio u otros aditivos especializados, actúa mediante saponificación, convirtiendo la grasa caliente en una sustancia jabonosa capaz de sofocar la llama, generar una barrera de protección térmica y reducir la temperatura bajo los límites de reignición.
Esta acción química proporciona estabilidad, inmediatez y eficacia, convirtiendo a estos sistemas en el estándar global de protección en cocinas profesionales.
La fiabilidad del sistema se basa en la integración de componentes certificados:
Botella presurizada con agente extintor homologado para tipo F.
Panel de control mecánico o electrónico que supervisa la instalación.
Detectores térmicos calibrados para activación automática.
Boquillas de descarga ubicadas según cálculos de ingeniería.
Sistema de corte automático de gas, electricidad y extracción.
Cada elemento cumple funciones específicas que permiten contener el incendio antes de que se produzca un colapso térmico o estructural.
Cuando se produce un incendio, el sistema opera con precisión milimétrica:
El detector reconoce un aumento térmico inmediato.
Se activa el mecanismo de descarga.
Las boquillas rocían el agente sobre la zona afectada.
Se forma una capa espumosa mediante saponificación.
La temperatura cae drásticamente.
Se bloquea la reignición.
Se corta el suministro de gas y electricidad.
Cada paso evita que el incidente evolucione hacia un incendio de mayor magnitud.
En España, la instalación de estos sistemas está regulada por:
RIPCI (RD 513/2017)
Normas UNE y EN relacionadas con protección de cocinas
Estas normativas establecen requisitos de instalación, mantenimiento, frecuencia de inspecciones y certificación para garantizar un nivel de protección adecuado en entornos de alto riesgo.
Los sistemas de extinción automática instalados en campanas profesionales son imprescindibles para garantizar la seguridad operativa en cocinas donde se trabaja con aceites y grasas a alta temperatura. Su capacidad para extinguir incendios tipo F mediante saponificación, su respuesta inmediata y su actuación autónoma los convierten en una herramienta crítica para preservar vidas, instalaciones y continuidad del negocio.